Rebeca Bernal tenía 9 años cuando la Selección Mexicana jugó por última vez en el Estadio Azteca, en un amistoso contra Panamá, antes de los Juegos Panamericanos de Río, en aquel partido, las anotadoras fueron Mónica González, Evelyn López y Mónica Ocampo, aún activa en la Liga MX Femenil; 14 años después, la tamaulipeca Bernal se convirtió en la primera en anotar para el equipo nacional en la era Mónica Vergara, también en el Azteca, y lo gritó como nunca; sin duda, las generaciones van evolucionando, pero todas mantienen el deseo de sobresalir y cambiarle la cara al balompié femenil mexicano.
En este 2021, el contexto ilusiona. Una mujer al frente del selectivo mayor, pero no cualquier mujer, sino una que sabe lo que es defender la camiseta nacional, que se enamoró del futbol desde la infancia, que luchó contra prejuicios, se sacudió los temores y se aferró a sobresalir en un mundo en el que las mujeres llegamos con desventaja. Así, Mónica Vergara tomó las riendas de la Selección Mayor luego de ser mundialista y olímpica como jugadora, y de comenzar su carrera como entrenadora con las categorías juveniles, lo que incluyó una medalla en los Juegos Olímpicos de la Juventud en el 2014 con una escuadra Sub-15.
La presencia de Vergara en la Selección es un total giro de timón, pues aunque ya era parte del cuerpo técnico desde hace años, es ahora cuando se nota que ella lleva la batuta. Se le ve en todos los encuentros que puede de la Liga MX Femenil haciendo visorías, en apenas unas semanas ya se jugaron dos amistosos contra una Selección no ante un equipo amateur o un varonil de categoría menor, además de que la estratega ya declaró que se buscará enfrentar a equipos de mayor nivel, pues es la única forma de mejorar.
Y la afición se le ha entregado. La transmisión del juego en el Azteca levantó el interés del público, que se hizo presente en redes sociales, celebró los goles, manifestó su sentir, pidió a ciertas jugadoras, criticó el partido y, ante todo, se quedó con ganas de más, lo que se vio de forma tangible tres días después para el segundo partido ante las ticas, el cual se celebró en el CAR y no estaba pensado para ser transmitido, pero fueron tantos los mensajes del público, que la Federación terminó cediendo e improvisó una transmisión en Facebook. Sin duda, el futbol femenil mexicano está viviendo una nueva revolución, como la de los años 70 o la de principios de los 2000.
Es imposible no sentir que el futuro va a ser próspero, cómo no hacerlo si la última vez que Vergara dirigió en un Mundial llevó a las verdes hasta la final, en el torneo Sub-17 del 2018. “Tú eres otro yo y tú eres otro tú” fue el saludo que Vergara eternizó con sus jugadoras de aquel Mundial, “eso significa unión”, explicaba la entrenadora, y hoy por hoy, esa esencia la mantiene entre sus dirigidas, pues no hay una sola jugadora o, incluso, madres y padres, que no estén agradecidos con su trabajo. Es por eso que para quienes seguimos de cerca el futbol de mujeres, estamos seguros que el panorama será distinto, que el cambio ha comenzado y que, claro, llevará un tiempo, pero el proceso que este año inició con Vergara, pinta para darnos más de una alegría, y no de esas pasajeras, sino de aquellas que se van a quedar para los libros de historia… Un Mundial quizá, tal como ella ya lo prometió.
